CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL NEOLÍTICO
Etimología: Neo: "Nueva", Lithos: "Piedra". "Piedra Nueva", Piedra pulida o pilimentada
Tipo de Economía: productora de alimentos o de autoabastecimiento
Actividades económicas: agricultura y ganadería.
Forma de vida: sedentaria
Aportes culturales:
Invención de la cerámica y la textilería.
Inicios de la navegación y el comercio (trueque)
Surgimiento de las primeras aldeas y centros urbanos.
Construcción de palafitos (viviendas a orillas de lagos o ríos).
Edificación de construcciones megalíticas como: menhires, dólmenes y cromlechs.
La milenaria economía depredadora de los cazadores y recolectores dejó paso a una economía de producción basada en la agricultura y la ganadería: es lo que se conoce como la Revolcuión Neolítica, pues los progresos técnicos, espirituales y culturales fueron vertiginosos a partir de la sedentarización en los poblados.
Sin embargo, el proceso no fue homogéneo ni en el aspecto cultural ni en su desarrollo cronológico, ya que cada región evolucionó de manera distinta en función de su hábitat y de los cambios producidos en el mismo. Los arqueólogos han identificado sies regiones nucleares desde donde se difundió la cultura neolítica:
- Oriente Medio (8,5000 a.C.) con la agricultura del trigo y la cebada y la ganadería de ovejas y cabras;
- Norte de China (7,000 a.C.), con la domesticación del cerdo y el cultivo del arroz y del mijo;
- África nilosahariana (6,000 a.C.), con la cría de ganado vacuno y el cultivo de mijo, sorgo y ñame;
- Mesoamérica (6,000 a.C.) con los cultivos de maíz, calabazas y habas;
- Noroeste de América del Sur (7,000-5,000 a.C.), donde se inició el cultivo de la papa, la yuca y el maní y la domesticación de los camélidos como la llama;
- Sudeste asiático (4,000 a.C.), con la cría de gallina y el cultivo de arroz y taro.
Centro de domesticación de plantas, según el biologo ruso Nikolai Vavilov
A. CENTRO CHINO: Soya, rábano, nabo, pak-choi, repollo Chino, cebollín, rakkyo, pepino, yam.
B. CENTRO INDIO-MALASIO:
a. Assam y Burma: berenjena, pepino, poroto mung, caupí, taro, yam.
b. Indochina y archipiélago malayo: banana, bread fruit.
C. CENTRO INDO-AFGANISTANO -ASIA CENTRAL: Arveja, haba, poroto mung, mostaza, cebolla, ajo, espinaca, zanahoria.
D. CENTRO CERCANO ORIENTE: Lenteja, lupino.
E. CENTRO ABISINIO: Okra, berro, caupí.
F. CENTRO MEDITERRÁNEO Apio, esparrago, betarraga, nabo, repollo, achicoria, pastinaca, arveja, ruibarbo.
G. CENTRO MEXICO-AMERICA CENTRAL: Pimentón-Ají, alcayota, zapallo, camote, poroto lima, poroto, maíz (Zea mays).
H. CENTRO SUDAMERICANO:
a) Perú-Ecuador-Bolivia: Pimentón-Ají, zapallo, tomate, poroto lima, poroto común, tomatillo, pepino fruta, papa.b) Chile: Papa
c) Brasil-Paraguay: Mandioca o yuca.
Durante su evolución cultural el hombre del Neolítico descubrió que los bienes naturales- la tierra y el agua, principalmente - eran escasos y tenían, además de su propia utilidad primaria, un valor añadido. Este descubrimiento lo llevó a incorporar a su cultura el concepto de propiedad. Inicialmente, el hombre del Neolítico practicó una agricultura estacional de secano, que solo era posible si había lluvia y mientras la tierra fuera fértil.
La colonización de la tierra
El agotamiento de las tierras de cultivo obligaba a su abandono y la búsqueda de nuevos lugares . Esta situación, a la que hay que aumentar el aumento de la natalidad a consecuencia de una alimentación más variada (proteínas y carbohidratos), determinó la colonización de nuevas tierras.
El incremento de la densidad demográfica topó con un serio inconveniente: la mayor parte del planeta estaba poblada. Esto provocó enfrentamiento entre los pobladores neolíticos y los cazadores nómadas por la posesión de las tierras, vital para la supervivencia de la comunidad. A la larga, el choque entre ambos grupos trajo la eliminación o el sometimiento de los cazadores y el asentamiento definitivo de las primeras colonias. Las nuevas formas de economía dieron paso a nuevas formas de convivencia: la agricultura y la ganadería se intensificaron y su práctica exigió una serie de útiles y técnicas complementarias que un solo individuo no podía proporcionar sin descuidar cultivos o el cuidado del ganado. Estas funciones fueron asignadas a pequeños grupos familiares, que dejaron la siembra y el pastoreo para ocuparse de la preparación de los campos (tala y quema de bosques), de la recolección y almacenamiento de las cosechas, y de la fabricación de tejidos de piel o lino, de cerámica y de útiles de piedra pulida para la caza.
Cada una de estas actividades realizadas de manera intensiva, no tardaron en crear una artesanado que practicó el intercambio de comida por herramientas o servicios complementarios. Este principio de reciprocidad generalizada impulso posteriormente el desarrollo del comercio.
En este contexto se propagaron, a principios del VII milenio a.C., las primeras colonias rurales del Creciente Fértil, de la península de Anatolia y, más adelante, del sudeste europeo, especialmente Grecia y la región de los Balcanes Orientales.
El Creciente Fértil
Poco a poco las nuevas colonias desecharon la agricultura itinerante y se asentaron en poblados durante largos períodos, gracias al uso progresivo de nuevas técnicas agrícolas: el barbecho (descanso de la tierra), la agricultura cíclica, caracterizada por la rotación de cultivos complementarios entre sí (cereales y legumbres, por ejemplo), con el fin de recuperar los suelos y volver a sembrar en ellos.
Otros pueblos, asentados en las inmediaciones de depósitos naturales de agua (ríos y lagos), descubrieron en las técnicas de riego la posibilidad de liberarse de su dependencia de las lluvias. Dieron con ello los primeros pasos hacia la fundación de las más antiguas civilizaciones hidráulicas.
En Europa, los grupos neolíticos construyeron enormes y sólidas casas comunitarias de pilares, en las que cabían hasta seseta personas. Juntos se protegían mejor del ataque de los últimos cazadores nómadas, que intentaban recuperar el espacio perdido o llegaban atraídos por la relativa prosperidad de las colonias rurales. Además, las viviendas comunitarias mantenían a raya a los pastores en busca de nuevos campos. Solo más adelante, cuando ya se habían ocupado otras regiones centroeuropeos, los jefes de las colonias optaron por construir casas unifamiliares.
Los primeros pastores
El proceso de domesticación de los animales se vio favorecido por la aparición de los cultivos domésticos. Estos resultaban atractivos para las especies salvajes acuciadas por el hambre, que abandonaban los bosques y se acercaban cada vez más a las zonas habitadas y cultivadas por los humanos.
Se produjo entonces una selección de las especies más pequeñas y, por lo tanto, más fáciles de dominar: primero el hombre las acostumbró a su presencia, para luego separarlas, parcial o totalmente, de sus homónimos salvajes. Así podía vigilar su reproducción y seleccionar las mejores especies para obtener crías numerosas.
En algunos casos las condiciones climáticas aceleraron este proceso, ya que provocaron en los animales cambios morfológicos y de comportamiento. El pastoreo permitió al hombre alimentarse de carne sin depender de la caza; además, los animales domésticos proporcionaron a la agricultura un medio de transporte, el abono para fertilizar la tierra y, más adelante, la fuerza motriz necesaria para la tracción del arado.
La ganadería aportó al hombre los beneficios de la lana y de la piel y enriqueció su alimentación con leche. Los primeros registros de domesticación corresponde a la zona de Irak e Irán, donde se han hallado fósiles de ovejas y cabras que datan del año 8,500 a.C.
El ganado vacuno apareció en la península de Anatolia y cobró un gran impulso en el Sahara y el Sahel, de la mano de los pastores nómadas. El cerdo fue domesticado en Turquía hacia el 7,000 a.C. Un milenio después se criaba el cuy en Ayacucho (Perú). Posteriormente aparecieron los camélidos americanos, que fueron contemporáneos del asno en el valle del Nilo (Egipto).
Los primeros oficios
En torno a la agricultura y la ganadería florecieron las industrias domésticas dedicadas al vestido, la fabricación de utensilios y herramientas, la construcción, el transporte y el almacenamiento. Las materias primas fueron productos vegetales, madera, piedra pulida, hueso, y finalmente, metal. Esta diversidad artesanal generó la primera especialización en oficios, que cristalizó en la Revolución Urbana, cuando las aldeas se transformaron en ciudades y surgieron sociedades más complejas que iniciaban la metalurgia.
En el Neolítico nacieron carpinteros y alfareros, tejedores y cesteros, junto a los pulidores de piedra que utilizaron el sílex y el cuarzo para hacer hachas, azaderas, azuelas, molinos de mano y otros utensilios. La industria neolítica empleó también la obsidiana y el basalto para fabricar cuchillos y puntas de flecha, y el hueso y el asta para elaborar agujas, arpones y azagayas.
La creación del alfafero
La alfarería fue la industria más significativa del período. Su aparición en distintas zonas señaló estadios culturales y ayudó a dilucidar el nivel de las relaciones e influencias entre sociedades lejanas. Los diferentes estilos cerámicos descubiertos han permitido agrupar focos y rutas culturales neolíticas en todo el mundo, si bien las muestras más antiguas se han encontrado en los pescadores del cultura Jomón, en Japón, hacia el 10,000 a.C. antes de la Revolución Neolítica.
La cerámica y la alfarería representaron la tarea más noble del trabajo humano en este período. esta actividad creativa de modelar cosas de la nada, de dar forma al barro, realizada inicialmente por mujeres, constituyó un estímulo fundamental para el desarrollo del pensamiento humano y la observación científica.
Su importancia se reflejó en las representaciones mitológicas de Oriente Medio, donde la vida procedía del barro primordial. El dios creador de la Biblia, que separó las tierras de las aguas, trabajó como alfarero cuando "modeló" con barro al primer hombre. La arcilla también aparece en una leyenda china como la materia prima en la que se "cocieron" con distintos tiempos las razas humanas.
La actividad del alfarero exigía observar, experimentar y adquirir conocimientos químicos y físicos, transmitidos de una generación a otra en los talleres domésticos. Las tareas de seleccionar la tierra, prepararla y cocerla requerían conocer materiales, temperaturas y combustibles, poseer y utilizar herramientas auxiliares y construir hornos para cocer a distintas temperaturas.
La aplicación de la rueda en el torno del alfarero, alrededor del 3,500 a.C. multiplicó la producción de cerámicas de todo tipo, empleadas para guardar líquidos, almacenar granos y diversos usos domésticos. Con la introducción de los moldes, la producción alfarera se convirtió en industria y en un oficio especializado no exclusivo para las mujeres. El perfeccionamiento de los hornos, que en extremo Oriente alcanzaban temperaturas de 1,000 ºC, aumentó, por otra parte, el perfeccionamiento y la consistencia de las piezas. En estadios más avanzados, los dibujos y las pinturas sobre la cerámica constituyeron las expresiones las expresiones artísticas más destacadas.
La cesteríaLa cestería fue una industria anterior a la alfarería y, probablemente, la base de su desarrollo, a partir de recubrir con barro un recipiente trenzado. Los cestos y canastos fueron usados para el transporte y almacenamiento de productos diversos e incluso como urnas funerarias. Las fibras vegetales permitieron además la fabricación de cuerdas, calzado y vestidos, hechos con esparto y lino. La cestería y los tejidos con fibra vegetales tuvieron el mismo origen técnico en la preparación del material, hasta convertirlo en flexible y dúctil.
La textileríaOtro invento importante de la industria neolítica fue el telar del que se han encontrado huellas indirectas, como los contrapesos de piedra y arcillas, y cuyos descubridores permanecieron siempre en el anomimato igual que los inventores de la rueda. Los tejidos de lino de Egipto, de lana en Mesopotamia y, después del año 3000 a.C., de algodón en el Indo exigieron una larga acumulación de técnicas e instrumentos como la rueca, los husos y los telares.
Con la industria textil aparecieron los curtidos y los tintes de origen animal, mineral o vegetal. Las pieles y los cueron se utilizaron en el vestido, en las viviendas y en el mobiliario; en calzados, bolsos, cordeles y cinturones.
Las construcciones megalíticas
Se le ha denominado también megalitismo. Fue un fenómeno cultural localizado en el Mediterráneo occidental y la Europa atlántica, que se produjo desde finales del Neolítico hasta la Edad del Bronce, caracterizado por la realización de construcciones arquitectónicas con grandes bloques de piedra escasamente desbastados llamados megalitos.
Este fenómeno se caracteriza esencialmente por la construcción de tumbas del tipo dolmen, en cuyo interior se entierra sucesivamente a los fallecidos del grupo, apartándose cuidadosamente los huesos de los anteriores difuntos (enterramientos colectivos). Los dólmenes pueden ser simples o de corredor y, a menudo, han estado cubiertos por un túmulo de tierra. Además, dentro del contexto megalítico, pueden hallarse también otras construcciones de piedra como menhires (piedras alargadas colocadas verticalmente, su principal función era rendir culto al Sol), alineaciones, cromlechs (conformado por piedras o menhires clavados en el suelo y que adoptan una forma circular o elíptica cercando un terreno), entre otras.
Menhir
Dolmen
Grandes monumentos megalíticos se hallan diseminados por toda Europa, pero los focos más importantes se encuentran en Bretaña, y en el norte de África, sur de la India, Persia, y ciertas regiones situadas entre el Mar Caspio y Corea y Japón. Uno de los monumentos megalíticos más importantes es el de Stonehenge, en Inglaterra.
Difusión del Megalitismo por Europa
El Megalitismo está presente en pueblos que se encuentran en las últimas edades de la prehistoria, que aún no conocen la escritura ni las técnicas arquitectónicas más elaboradas, como las que ya practicaban las civilizaciones mesopotámica o egipcia. No hay que olvidar que muchos monumentos megalíticos son posteriores a las grandes pirámides egipcia.
La elaboración de las construcciones megalíticas en esta época es sólo explicable gracias a los cambios producidos por la Neolitización. Fueron los cambios económicos y sociales, introducidos por el descubrimiento de la agricultura, los que permitieron a aquellos pueblos disponer de tiempo libre para dedicar a la erección de estas magnas construcciones, mientras los cultivos crecían hasta su madurez y recolección.
Construcción hipotética de un dolmen
La jerarquización social, la necesidad de una organización y coordinación eficaces en un trabajo que requería decenas de participantes, así como las creencias religiosas, fueron factores imprescindibles para explicar el aquí y ahora de tales obras, como también lo fueron los conocimientos astronómicos que se desarrollaron en gran medida en las sociedades agrícolas porque el ciclo de siembra y recolección estaba ligado al ciclo solar, hecho que se pone de manifiesto en monumentos como Stonehenge, donde muchos autores ven un observatorio astronómico y de culto al Sol, o en otros en los que su orientación hacia el punto de la salida del astro no deja duda.
Stonehenge, famoso Cromlech ubicado en Inglaterra
Fuente: HISTORIA UNIVERSAL. Tomo 1: Prehistoria y Primeras Civilizaciones. Editorial Sol 90. Publicada por El Comercio Ediciones. Lima 2003.
profe muy interesante toda la informacion q e encontrado aqui, me ha servido de mucho ah y profe, sale muyyyyyy lindo en su fotito .. . gracias
ResponderBorrartodo esto esparte de nuestra historia y aborijenes esta muy bueno todo les sirve alos estudiantes
ResponderBorraresta pagina me sirvio muchisimo en mi tarea de artistica e historia universal de verdad mil gracias besos
ResponderBorrarbusco amistad este mi correo:
majo_mendoza99@hotmail.com
margarita'venezuela
me a serbido de mucho para hacer un trabajo
ResponderBorrarexelente muy bueno sigan trabajando asi
ResponderBorrarMe sirve en mi proceso de preparación para un examen de admisión en Trujillo. Gracias.
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