domingo, 26 de abril de 2009

LA PREHISTORIA: EL LARGO CAMINO HACIA LA CIVILIZACIÓN


¿QUE SE ENTIENDE POR PREHISTORIA?

La Prehistoria es un periodo comprendido desde el surgimiento de los primeros seres humanos (hace 2’5 años aproximadamente) hasta la invención de la escritura cuneiforme en Sumeria el 3 500 a.C.
Es importante señalar que según las nuevas interpretaciones de la ciencia histórica, la prehistoria es un término carente de real significancia en el sentido que fue entendido por generaciones. Si se considera a la Historia, tomando la definición de Marc Bloch, como el acontecer humano en el tiempo, todo es Historia existiendo el ser humano, y la prehistoria podría, forzadamente, sólo entenderse como el estudio de la vida de los seres antes de la aparición del primer homínido en la tierra. Desde el punto de vista cronológico, sus límites están lejos de ser claros, pues ni la aparición del ser humano ni la invención de la escritura tienen lugar al mismo tiempo en todas las zonas del planeta.


Por otra parte, hay quienes propugnan una definición de esta fase o, al menos, su separación de la Historia Antigua, en virtud de criterios económicos y sociales en lugar de cronológicos, pues éstos son más particularizadores (es decir, más ideográficos) y aquéllos, más generalizadores y por tanto, más susceptibles de proporcionar una visión científica.


En ese sentido, el fin de la Prehistoria y el inicio de la Historia lo marcaría una estructuración creciente de la sociedad, como la modificación del hábitat, la aglomeración, la socialización avanzada, la jerarquización social, el poder administrativo, la economía avanzada, los intercambios comerciales (especialmente los de larga distancia), entre otras.

¿CÓMO SE ESTUDIA LA PREHISTORIA?

El estudio formal de la prehistoria comenzó en el siglo XIX en Francia, Inglaterra y Bélgica, con el análisis de la edad de las rocas y su relación con fósiles humanos y utensilios antiguos que se encontraron cerca de estos restos. El paleontólogo y arqueólogo francés Jacques Boucher de Perthes (1788 - 1868), es considerado el “Padre de la Prehistoria” por su gran contribución a esta materia en su obra “Antigüedades Célticas y Antediluvianas” (1864).


La paleontología se ocupa más directamente de la prehistoria. Los paleontólogos estudian los fósiles de los animales y de los primeros seres humanos. Los fósiles humanos tienen mucha importancia porque a los científicos les interesa la relación del ser humano con otros primates. Hay semejanzas y diferencias entre el cráneo y los huesos de diversas especies, y cuantos más restos fósiles se encuentran, más se complican las conexiones entre ellas.


Los primeros seres humanos también dejaron otros indicios de su existencia y de su forma de vida: los objetos que fabricaron y emplearon, es decir, los útiles, las viviendas y el arte. El estudio de los materiales que dejaron los seres humanos se denomina arqueología, la ciencia que más explicaciones puede darnos sobre el pasado prehistórico de la humanidad. La arqueología sirve para examinar cualquier período del pasado humano del que hayan quedado restos materiales.

Otra disciplina que sirve para la prehistoria es la antropología. Según algunos antropólogos, se puede aprender mucho sobre los hombres y mujeres de la antigüedad observando a los pueblos que en nuestros días siguen viviendo en circunstancias similares a las de las épocas prehistóricas. Sin embargo, no se puede concluir que la vida actual de estos grupos humanos sea igual a la de los seres humanos en la prehistoria.

La geología, por su parte, se dedica al estudio de la forma de la Tierra, de las rocas, del suelo, de los minerales; pero también pueden explicar detalles muy importantes sobre el pasado humano, como los cambios climáticos, la antigüedad de ciertos niveles de roca y, por consiguiente, la edad de los objetos incrustados en ellos.


Durante muchos años, el único método fiable para ubicar históricamente los restos del pasado consistió en observar detalladamente dónde y cómo se habían descubierto dichos restos. En la mayoría de los casos se fechaba partiendo de la suposición de que los objetos encontrados en la Tierra podían ordenarse en secuencias según los niveles en los que se hallaban. Los situados en los niveles superiores debían ser posteriores a los de los niveles inferiores. Algunas veces, cuando se encontraba un objeto que podía fecharse con seguridad (una moneda, por ejemplo), también podían establecerse fechas absolutas aproximadas en la serie de secuencias así extraídas.

Éste constituyó durante mucho tiempo el método más importante para estudiar el pasado remoto, pero era un método muy complicado porque había que contrastar miles y miles de hallazgos para ordenar las pruebas de tal modo que cada una de ellas encajara. Sin embargo, en los últimos años la situación ha empezado a cambiar gracias a nuevos métodos de análisis . Uno muy importante es el de la datación por medio de la radioactividad. La forma más extendida se llama datación por el radiocarbono.

¿COMO SE DIVIDE LA PREHISTORIA?

La división clásica de la Prehistoria es la que comprende la Edad de Piedra, la Edad de Bronce y la Edad de los Metales, establecida por el museógrafo de Copenhague Christian Thomsen, haciendo referencia a la materia prima con que fueron fabricados los instrumentos que clasificó. Aunque en la actualidad se conserva dicha nomenclatura, la mayoría de los investigadores hacen cada vez mayor hincapié en las formas económicas y en los modos de comportamiento de los grupos prehistóricos, de modo que, básicamente, los complejos industriales que comprende la Prehistoria se dividen en los correspondientes a los Predadores (cazadores y recolectores), con los periodos Paleolítico, Epipaleolítico y Mesolítico, y a los Productores (agricultores y ganaderos), con las distintas fases como el Neolítico, la Edad del Bronce y al Edad del Hierro.

miércoles, 15 de abril de 2009

EL TIEMPO DE LOS PREDADORES


EL PALEOLITICO

Etimología: Paleo: "antiguo", Lithos: "piedra". "Piedra Antigua" (piedra tallada)
CARACTERÍSTICAS GENERALES

Tipo de Economía: Predadora, parasitaria o de subsistencia.

Actividades económicas: Cacería, pesca y recolección.

Organización Social: Vida comunitaria, evolución de hordas a clanes.

Forma de vida: Nómade o errante.
Etapas: Inferior, Medio y Superior.


La Prehistoria tiene en el Paleolítico a la más larga de sus etapas. Este período coincidió con el Pleistoceno, etapa geológica caracterizada por las glaciaciones, cuyas profundas variaciones climáticas (sucesión de estadios de frío intenso, seguido de otros de clima templado) condicionaron la flora, la fauna y el medio físico en el que desarrollaron su vida las especies del género Homo.


En el Paleolítico, la lucha por la supervivencia fue un enfrentamiento entre el ser humano con el medio natural y con sus competidores de otras especies animales.Esta se logró en gran medida a la vida comunitaria, su ingenio, sus descubrimientos técnicos y la capacidad social que desarrolló para comunicar y guardar la memoria de su cultura. Como la vida era muy dura, sólo una minoría de hombres cumpliría los 40 años de vida y los que llegaran a esa edad seguramente tendrían una vejez difícil, aquejados de dolores de artritis, reumatismo, escorbuto, y otras amenazas mortales. La subsistencia dependía básicamente de la recolección de plantas, tubérculos y otros vegetales, así como de la ingestión de insectos, huevecillos de insectos y animales pequeños. Los primeros seres humanos vivían de la carroña, pero con el desarrollo de la vida comunitaria y la tecnología de caza, pudieron convertirse en depredadores de grandes animales, como el mamut y el bisonte.

PALEOLÍTICO INFERIOR
CARACTERÍSTICAS PARTICULARES

Evolución humana: Homo habilis, Homo ergaster, Homo erectus
Industria Lítica:
Pebble Culture, Cultura de los Guijarros o Cultura Olduvaiense (Homo habilis)
Cultura Achelense, destacan las hachas bifaciales de mano (Homo ergaster, Homo erectus)
Organización social: horda (Homo habilis), banda (Homo erectus)

Aportes culturales:
Elaboración de las primeras herramientas de piedra (Homo habilis)
Primera expansión del hombre por Europa y Asia (Homo ergaster)
Dominio del uso del fuego, primera división del trabajo (cazadores y recolectores), organización de la cacería cooperativa. (Homo erectus)
Cubre un vasto periodo que se inicia con los primeros útiles líticos reconocibles hallados en yacimientos de Etiopía, con una antigüedad de unos 2,5 millones de años. No obstante, los primeros seres humanos debieron haber usado útiles mucho antes de esa fecha. Los que fueron fabricados con materiales orgánicos se han desintegrado y los de piedra sin trabajar son irreconocibles como instrumentos.
Los útiles tallados a partir de piedras son los únicos que permiten ser reconocidos como tales. Los instrumentos líticos más simples reciben el nombre de choppers (cantos trabajados monofaciales) y chopping tools (cantos bifaciales) que constituyen la denominada Cultura de los Guijarros, propia del Homo habilis. Fueron tallados mediante percutores para cortar, perforar o raer. Se les denomina también Cultura Olduvainense, por los hallazgos de instrumentos en la garganta de Olduvai (Tanzania), que constituyen los testimonios de la tecnología más antigua de la humanidad.

Chopping tools

Las formas más evolucionadas del Homo habilis dieron origen al Homo ergaster (también denominado Homo erectus africanus). Vivió en abrigos y campamentos al aire libre y fue el primero en utilizar el fuego. El ergster fue el primer cazador, abandonó las prácticas carroñeras de sus antecesores y complementó con la caza la recolección de frutas y otros vegetales, su principal aporte alimenticio.

Asociadas a sus restos fósiles se han encontrado herramientas líticas, fabricadas con una nueva tecnica: la achelense (denominada así por el yacimiento de Saint-Acheul ubicado al norte de Francia). Esta consistía en tallar la piedra con golpes precisos, obteniendo útiles más especilaizados. Las hachas bifaciales de mano son los instrumentos característicos de esta técnica que dio origen a una nueva tradición cultural.

Los ergaster fueron los primeros miembros del género Homo que salieron de África hace un millón de años. En su viaje siguieron la ruta del Oriente Próximo y llegaron hasta el Extremo Oriente y el Sudeste Asiático. Durante su estancia en Asia evolucionaron en Homo erectus. Continuadores de la tradición cultural achelense, los erectus practicaron una economía basada en la caza y la recolección, logrando finalmente el dominio del uso del fuego (cueva de Choukutien, China). Su utilidad les permitió mejorar y ampliar su dieta alimenticia, los protegió del frío y de los aimales depredadores, les proporció luz durante la noche y les permitió mejorar sus herramientas de piedra mediante la aplicación del calor al sílex.

Cueva de Choukutien

PALEOLÍTICO MEDIO

CARACTERÍSTICAS PARTICULARES

Evolución humana: Homo Sapiens Neanderthal (Homo Neanderthalensis)

Industria Lítica: Cultura Musteriense

Organización social: Tránsito de Bandas a Clanes
Aportes culturales:
Primeros entierros humanos, primeras manifestaciones de religiosidad.
Este período esta marcado en el tiempo por dos hitos: la aparición y al extinción de los Homo Sapiens Neanderthal u Homo Neandertalensis. Aunque no es un antecedente directo de nuestra especie, sus diferencias respecto del actual Homo Sapiens fueron mínimas tanto en su aspecto físico como en su capacidad intelectual y cultural.

Ocuparon las cuevas superficiales y los abrigos rocosos; de las cavernas profundas solo utilizaron la parte anterior. Por regla general, en estos cubículos se encuentran restos de hogueras, cercados parcialmente con piedras. En las zonas donde escaseaba la piedra y la madera se han encontrado cabañas hechas de hueso de mamut, como la construida en Moldavia (Ucrania) hace 50,000 años.

Los hombres de Neandethal consiguieron desarrollar una nueva técnica de talla de la piedra denominada Complejo Musteriense (nombre derivado del abrigo rocoso de Le Moustier, al suroeste de Francia), que se extendió entre los 180.000 y los 40.000 años atrás. Se caracterizó por el desarrollo y perfeccionamiento de los útiles ya conocidos, los cuales redujeron su tamaño, así como la fabricación de objetos sobre lascas: puntas, raederas y bifaces.

Agrupados en pequeñas bandas de alrededor de 20 individuos , su economía se basada en la caza y la recolección. Mostraron preferancia por los hervíboros de tamaño medio (caballos y ciervos), pero también cazaron, ocasionalmente, mamuts y rinocerontes; sin embargo, en su dieta predominaban los productos recolectados. En algunos yacimientos se han encontrado restos de animales marinos y moluscos. También practicaron la pesca. Conocieron al menos dos sistemas para la conservación de la carne: la salazón (carne salada) y el ahumado. Dominaban perfectamente el fuego y sabían como producirlo.

Los neanderthales constituyeron sociedades complejas, con fuertes lazos entre sus miembros. Se ha comprobado que cuidaban a sus heridos y los desvalidos. Uno de los factores que contribuyó a una mejor organización social fue el contar con un lenguaje articulado. Los hombres del Paleolítico Medio fueron los primeros en enterrar a sus muertos, lo que demostraría evidencias de religiosidad. Los sepultaban, generalmente, en una fosa protegida con losas. No dejaron muchas evidencias de su actividad artística, pero de los restos hallados se puede afirmar que los hombres de Neandertal poseyeron la capacidad suficiente para la abstracción y la producción artística.
PALEOLITICO SUPERIOR

CARACTERÍSTICAS PARTICULARES
Evolución humana: Homo Sapiens sapiens (Cro Magnon)

Industria Lítica: Culturas Perigordiense, Auriñaciense, Solutrense y Magdalenienese

Organización social: Clanes

Aportes culturales:
Surge el arte rupestre parietal (pinturas)y mobiliar (estatuillas).
Creación del arco y la flecha.
En Europa es conocida como la Edad del Reno, por la abundancia de útiles en base a los restos de este animal y su representación en las cavernas.

Dos esqueletos hallados en el Omo Valley de Etiopía atestiguan que hace 130,000 años ya existía en África el hombre moderno, llamado incialmente por los científicos Homo Sapiens sapiens para distinguirlo de sus arcaicos antecesores que aparecieron hace un millón de años antes en Eurasia y África. La dispersión y diferenciación de este homínido desde el 100,000 a.C. ha dejado evidencias en toda África, desde Sudán a El Cabo, desde el valle del Rift al de Makapan en Sudáfrica. El Sapiens que se expandió en el África subsahariana dejó muestras de su industria lítica en una de las capas de los ricos yacimientos de Olduvai, en el lago Eysasi de Tanzania y en Sudáfrica. Estos y otros Sapiens similares colonizaron el norte de África y emigraron en algún momento al continente euroasiático.
Las evidencias arqueológicas han situado al viajero Homo Sapiens africano hacia el 90,000 a.C. en el pasillo cultural de Oriente Medio, y muy poco después dejó sus huellas en Indonesia e incluso en Australia, donde se encontró un fémur de hombre moderno de 50,000 años de antigüedad. Una primera emigración de Sapiens atravesó hace 35,000 años el puente intercontinental de Beringia (actual estrecho de Bering) e inició el poblamiento del continente americano.

El Homo Sapiens convivió unos diez mil años con el Neandertal y lo reemplazó totalmente cuando surgió, hace 40,000 a.C., el hombre de Cromagnon. La fecha marcó un período histórico: el Paleolítico Superior, después de la segunda glaciación de Würm.

Gracias a su habilidad técnica y su capacidad de adaptación a medios diferentes, los modernos Sapiens europeos, entre ellos los de Cromagnon, impusieron su hegemonía en una Europa que atravesaba aún pequeñas glaciaciones y períodos intermedios en los que crecieron la tundra y el bosque. Vivieron junto a los hielos y cazaron mamuts hasta el 30,000 a.C.
El Paleolítico Superior marcó el apogeo del hombre cazador y recolector. El Homo Sapiens floreció y se expandió en los intersticios de los cambios climáticos, adaptándose a climas y ambientes muy distintos. Este hombre arrinconó y ahuyentó a los neandertales a refugios aislados, absorbió sus técnicas musteriense y pronto desarrolló armas más perfeccionadas y estrategias más eficaces de caza y de supervivencia.
El progreso de las industrias líticas (producción de lascas, partición del núcleo, piedras labradas poliédricas), generó una sucesión de estadios culturales desde las fases perigordiense y auriñaciense (31,000 - 28,000 a.C.) a la magnífica fase magdaleniense (Europa Occidental 13, 000a.C.).
Distribución de la cultura auriñaciense

Aparecieron los arcos y las flechas, los buriles, los cuchillos con mango de hueso, los arpones de pesca, las agujas de coser y los adornos de marfil y hueso.

Arpones de asta de reno

Asimismo surgió una actividad nueva: el arte rupestre. En cuevas de Europa y el norte de África los hombres del Paleolítico Superior pintaron figuras humanas, animales y escenas de caza, las primeras obras de la humanidad que expresaron un pensamiento abstracto en símbolos.

Arte parietal (cueva de Altamira, España)


Arte mobiliar (Alto relieve en asta de reno)

La proliferación de estatuillas femeninas desde el 28,000 a.C. expresó la idea de un culto, mágico o religioso, a la fertilidad. Otros objetos, como bastones de mando, reflejaron asimismo un concepto de jefatura o poder en los clanes o comunidades de cazadores.

Arte mobiliar (Venus de Willendorf)

En América, la etapa más antigua de presencia humana es llamada periodo paleoindio, que comenzó hace 15,000 años (algunos autores remontan su inicio hasta hace unos 50.000) y concluyó hacia el 5,000 a.C. aproximadamente. Está caracterizado por una serie de puntas cuidadosamente talladas en piedra como las puntas Clovis y Folsom en el norte y las puntas de cola de pez en el sur.

EL MESOLITICO

Es un etapa de cambios graduales conocida también como Epipaleolítico. Sus inicios coincidieron con los primeros efectos del gran cambio climático que dio origen al Holoceno, a partir del 10,000 a.C., último período de la actual era geológica, con profundas alteraciones en la flora y la megafauna del Pleistoceno. El clima se hizo más benigno y los hielos árticos se derritieron. Con el deshielo, subió el nivel del mar y se inundaron amplias zonas costeras antes transitables. El dominio de las aguas redujo el espacio vital del hombre paleolñtico y alteró el equilibrio de su economía depredadora.
El nuevo clima y la caza intensiva, practicada desde el Paleolítico Superior, empujaron a los animales de climas fríos hacia el norte y causaron la extinción de la megafauna pleistocénica de mamuts, tigres dientes de sable, mastodontes, megaterios y grandes osos de las cavernas.

La población global había crecido como consecuencia de un incremento de las reservas animales durante el período de caza intensiva. cada vez quedaba menos territorio para deambular y, durante el Mesolítico, el hombre descubrió que para sobrevivir debía controlar y administrar el consumo de los alimentos. Los nuevos bosques favorecieron la proliferación de animales más pequeños y más ágiles, cuya captura requería más precisión, pero también una caza controlada. Las plantas, que hasta ese momento el hombre sólo arrancaba y consumía, ahora debían ser molidas y almacenadas para superar con éxito futuras crisis.

Diversas técnicas e instrumentos nacieron al servicio de esta nueva concepción de la vida prehistórica: la caza controlada; morteros para la molienda y cestas para el almacenaje. El avance de la vegetación en el norte, y del desierto en el sur, hicieron de la costa y las riberas de los ríos el ecosistema más favorable para la vida del hombre. Armado con redes, trampas, anzuelos y arpones, se dedicó a capturar peces y moluscos, cuya abundancia le aseguró su sustento diario y permanente, facilitando a la vez su instalación en precarias cabañas próximas a las orillas.

La pesca y la recolección es estas zonas fueron esenciales para la subsistencia humana, y así lo atestiguan los "concheros" (enormes depósitos de caparazones de moluscos consumidos por el hombre) hallados a lo largo de las costas. En ellos se mezclan restos marinos con toscas piezas microlíticas, residuos de cestería, útiles de hueso y, a veces, enterramientos parciales, con cadáveres previamente descuartizados.

Instalados en torno a fuentes de agua que fertilizaban la tierra para la recolección de cereales y legumbres silvestres, los pescadores desempeñaron un papel muy importante en el proceso de transformación cultural del hombre mesolítico.
La cultura natufiense, descubierta en Wadi el Natuf (Palestina), es un modelo de esta época de tránsito al Neolítico. Estaba integrada por un grupo de cazadores, recolectores y pescadores que pobló las orillas del río Jordán. Aunque desconocían la agricultura y la ganadería, para evitar que el aumento demográfico los dejara sin alimentos, practicaron la selección y almacenamiento de vegetales y la caza controlada, actividades que los llevaron a sedentarizarse. Fueron los antecesores de Jericó la primera aldea agrícola.

sábado, 11 de abril de 2009

LA REVOLUCIÓN NEOLÍTICA



CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL NEOLÍTICO

Etimología: Neo: "Nueva", Lithos: "Piedra". "Piedra Nueva", Piedra pulida o pilimentada

Tipo de Economía: productora de alimentos o de autoabastecimiento

Actividades económicas: agricultura y ganadería.

Forma de vida: sedentaria

Aportes culturales:
Invención de la cerámica y la textilería.
Inicios de la navegación y el comercio (trueque)
Surgimiento de las primeras aldeas y centros urbanos.
Construcción de palafitos (viviendas a orillas de lagos o ríos).
Edificación de construcciones megalíticas como: menhires, dólmenes y cromlechs.

La milenaria economía depredadora de los cazadores y recolectores dejó paso a una economía de producción basada en la agricultura y la ganadería: es lo que se conoce como la Revolcuión Neolítica, pues los progresos técnicos, espirituales y culturales fueron vertiginosos a partir de la sedentarización en los poblados.

Sin embargo, el proceso no fue homogéneo ni en el aspecto cultural ni en su desarrollo cronológico, ya que cada región evolucionó de manera distinta en función de su hábitat y de los cambios producidos en el mismo. Los arqueólogos han identificado sies regiones nucleares desde donde se difundió la cultura neolítica:
  • Oriente Medio (8,5000 a.C.) con la agricultura del trigo y la cebada y la ganadería de ovejas y cabras;

  • Norte de China (7,000 a.C.), con la domesticación del cerdo y el cultivo del arroz y del mijo;

  • África nilosahariana (6,000 a.C.), con la cría de ganado vacuno y el cultivo de mijo, sorgo y ñame;

  • Mesoamérica (6,000 a.C.) con los cultivos de maíz, calabazas y habas;

  • Noroeste de América del Sur (7,000-5,000 a.C.), donde se inició el cultivo de la papa, la yuca y el maní y la domesticación de los camélidos como la llama;

  • Sudeste asiático (4,000 a.C.), con la cría de gallina y el cultivo de arroz y taro.
Centro de domesticación de plantas, según el biologo ruso Nikolai Vavilov


A. CENTRO CHINO: Soya, rábano, nabo, pak-choi, repollo Chino, cebollín, rakkyo, pepino, yam.

B. CENTRO INDIO-MALASIO:
a. Assam y Burma: berenjena, pepino, poroto mung, caupí, taro, yam.
b. Indochina y archipiélago malayo: banana, bread fruit.

C. CENTRO INDO-AFGANISTANO -ASIA CENTRAL: Arveja, haba, poroto mung, mostaza, cebolla, ajo, espinaca, zanahoria.

D. CENTRO CERCANO ORIENTE: Lenteja, lupino.

E. CENTRO ABISINIO: Okra, berro, caupí.

F. CENTRO MEDITERRÁNEO Apio, esparrago, betarraga, nabo, repollo, achicoria, pastinaca, arveja, ruibarbo.

G. CENTRO MEXICO-AMERICA CENTRAL: Pimentón-Ají, alcayota, zapallo, camote, poroto lima, poroto, maíz (Zea mays).

H. CENTRO SUDAMERICANO:
a) Perú-Ecuador-Bolivia: Pimentón-Ají, zapallo, tomate, poroto lima, poroto común, tomatillo, pepino fruta, papa.
b) Chile: Papa
c) Brasil-Paraguay: Mandioca o yuca.

Durante su evolución cultural el hombre del Neolítico descubrió que los bienes naturales- la tierra y el agua, principalmente - eran escasos y tenían, además de su propia utilidad primaria, un valor añadido. Este descubrimiento lo llevó a incorporar a su cultura el concepto de propiedad. Inicialmente, el hombre del Neolítico practicó una agricultura estacional de secano, que solo era posible si había lluvia y mientras la tierra fuera fértil.

La colonización de la tierra

El agotamiento de las tierras de cultivo obligaba a su abandono y la búsqueda de nuevos lugares . Esta situación, a la que hay que aumentar el aumento de la natalidad a consecuencia de una alimentación más variada (proteínas y carbohidratos), determinó la colonización de nuevas tierras.

El incremento de la densidad demográfica topó con un serio inconveniente: la mayor parte del planeta estaba poblada. Esto provocó enfrentamiento entre los pobladores neolíticos y los cazadores nómadas por la posesión de las tierras, vital para la supervivencia de la comunidad. A la larga, el choque entre ambos grupos trajo la eliminación o el sometimiento de los cazadores y el asentamiento definitivo de las primeras colonias. Las nuevas formas de economía dieron paso a nuevas formas de convivencia: la agricultura y la ganadería se intensificaron y su práctica exigió una serie de útiles y técnicas complementarias que un solo individuo no podía proporcionar sin descuidar cultivos o el cuidado del ganado. Estas funciones fueron asignadas a pequeños grupos familiares, que dejaron la siembra y el pastoreo para ocuparse de la preparación de los campos (tala y quema de bosques), de la recolección y almacenamiento de las cosechas, y de la fabricación de tejidos de piel o lino, de cerámica y de útiles de piedra pulida para la caza.
Cada una de estas actividades realizadas de manera intensiva, no tardaron en crear una artesanado que practicó el intercambio de comida por herramientas o servicios complementarios. Este principio de reciprocidad generalizada impulso posteriormente el desarrollo del comercio.

En este contexto se propagaron, a principios del VII milenio a.C., las primeras colonias rurales del Creciente Fértil, de la península de Anatolia y, más adelante, del sudeste europeo, especialmente Grecia y la región de los Balcanes Orientales.

El Creciente Fértil

Poco a poco las nuevas colonias desecharon la agricultura itinerante y se asentaron en poblados durante largos períodos, gracias al uso progresivo de nuevas técnicas agrícolas: el barbecho (descanso de la tierra), la agricultura cíclica, caracterizada por la rotación de cultivos complementarios entre sí (cereales y legumbres, por ejemplo), con el fin de recuperar los suelos y volver a sembrar en ellos.

Otros pueblos, asentados en las inmediaciones de depósitos naturales de agua (ríos y lagos), descubrieron en las técnicas de riego la posibilidad de liberarse de su dependencia de las lluvias. Dieron con ello los primeros pasos hacia la fundación de las más antiguas civilizaciones hidráulicas.

En Europa, los grupos neolíticos construyeron enormes y sólidas casas comunitarias de pilares, en las que cabían hasta seseta personas. Juntos se protegían mejor del ataque de los últimos cazadores nómadas, que intentaban recuperar el espacio perdido o llegaban atraídos por la relativa prosperidad de las colonias rurales. Además, las viviendas comunitarias mantenían a raya a los pastores en busca de nuevos campos. Solo más adelante, cuando ya se habían ocupado otras regiones centroeuropeos, los jefes de las colonias optaron por construir casas unifamiliares.

Los primeros pastores

El proceso de domesticación de los animales se vio favorecido por la aparición de los cultivos domésticos. Estos resultaban atractivos para las especies salvajes acuciadas por el hambre, que abandonaban los bosques y se acercaban cada vez más a las zonas habitadas y cultivadas por los humanos.

Se produjo entonces una selección de las especies más pequeñas y, por lo tanto, más fáciles de dominar: primero el hombre las acostumbró a su presencia, para luego separarlas, parcial o totalmente, de sus homónimos salvajes. Así podía vigilar su reproducción y seleccionar las mejores especies para obtener crías numerosas.

En algunos casos las condiciones climáticas aceleraron este proceso, ya que provocaron en los animales cambios morfológicos y de comportamiento. El pastoreo permitió al hombre alimentarse de carne sin depender de la caza; además, los animales domésticos proporcionaron a la agricultura un medio de transporte, el abono para fertilizar la tierra y, más adelante, la fuerza motriz necesaria para la tracción del arado.

La ganadería aportó al hombre los beneficios de la lana y de la piel y enriqueció su alimentación con leche. Los primeros registros de domesticación corresponde a la zona de Irak e Irán, donde se han hallado fósiles de ovejas y cabras que datan del año 8,500 a.C.

El ganado vacuno apareció en la península de Anatolia y cobró un gran impulso en el Sahara y el Sahel, de la mano de los pastores nómadas. El cerdo fue domesticado en Turquía hacia el 7,000 a.C. Un milenio después se criaba el cuy en Ayacucho (Perú). Posteriormente aparecieron los camélidos americanos, que fueron contemporáneos del asno en el valle del Nilo (Egipto).

Los primeros oficios

En torno a la agricultura y la ganadería florecieron las industrias domésticas dedicadas al vestido, la fabricación de utensilios y herramientas, la construcción, el transporte y el almacenamiento. Las materias primas fueron productos vegetales, madera, piedra pulida, hueso, y finalmente, metal. Esta diversidad artesanal generó la primera especialización en oficios, que cristalizó en la Revolución Urbana, cuando las aldeas se transformaron en ciudades y surgieron sociedades más complejas que iniciaban la metalurgia.

En el Neolítico nacieron carpinteros y alfareros, tejedores y cesteros, junto a los pulidores de piedra que utilizaron el sílex y el cuarzo para hacer hachas, azaderas, azuelas, molinos de mano y otros utensilios. La industria neolítica empleó también la obsidiana y el basalto para fabricar cuchillos y puntas de flecha, y el hueso y el asta para elaborar agujas, arpones y azagayas.

La creación del alfafero

La alfarería fue la industria más significativa del período. Su aparición en distintas zonas señaló estadios culturales y ayudó a dilucidar el nivel de las relaciones e influencias entre sociedades lejanas. Los diferentes estilos cerámicos descubiertos han permitido agrupar focos y rutas culturales neolíticas en todo el mundo, si bien las muestras más antiguas se han encontrado en los pescadores del cultura Jomón, en Japón, hacia el 10,000 a.C. antes de la Revolución Neolítica.

La cerámica y la alfarería representaron la tarea más noble del trabajo humano en este período. esta actividad creativa de modelar cosas de la nada, de dar forma al barro, realizada inicialmente por mujeres, constituyó un estímulo fundamental para el desarrollo del pensamiento humano y la observación científica.

Su importancia se reflejó en las representaciones mitológicas de Oriente Medio, donde la vida procedía del barro primordial. El dios creador de la Biblia, que separó las tierras de las aguas, trabajó como alfarero cuando "modeló" con barro al primer hombre. La arcilla también aparece en una leyenda china como la materia prima en la que se "cocieron" con distintos tiempos las razas humanas.

La actividad del alfarero exigía observar, experimentar y adquirir conocimientos químicos y físicos, transmitidos de una generación a otra en los talleres domésticos. Las tareas de seleccionar la tierra, prepararla y cocerla requerían conocer materiales, temperaturas y combustibles, poseer y utilizar herramientas auxiliares y construir hornos para cocer a distintas temperaturas.

La aplicación de la rueda en el torno del alfarero, alrededor del 3,500 a.C. multiplicó la producción de cerámicas de todo tipo, empleadas para guardar líquidos, almacenar granos y diversos usos domésticos. Con la introducción de los moldes, la producción alfarera se convirtió en industria y en un oficio especializado no exclusivo para las mujeres. El perfeccionamiento de los hornos, que en extremo Oriente alcanzaban temperaturas de 1,000 ºC, aumentó, por otra parte, el perfeccionamiento y la consistencia de las piezas. En estadios más avanzados, los dibujos y las pinturas sobre la cerámica constituyeron las expresiones las expresiones artísticas más destacadas.

La cestería

La cestería fue una industria anterior a la alfarería y, probablemente, la base de su desarrollo, a partir de recubrir con barro un recipiente trenzado. Los cestos y canastos fueron usados para el transporte y almacenamiento de productos diversos e incluso como urnas funerarias. Las fibras vegetales permitieron además la fabricación de cuerdas, calzado y vestidos, hechos con esparto y lino. La cestería y los tejidos con fibra vegetales tuvieron el mismo origen técnico en la preparación del material, hasta convertirlo en flexible y dúctil.

La textilería

Otro invento importante de la industria neolítica fue el telar del que se han encontrado huellas indirectas, como los contrapesos de piedra y arcillas, y cuyos descubridores permanecieron siempre en el anomimato igual que los inventores de la rueda. Los tejidos de lino de Egipto, de lana en Mesopotamia y, después del año 3000 a.C., de algodón en el Indo exigieron una larga acumulación de técnicas e instrumentos como la rueca, los husos y los telares.

Con la industria textil aparecieron los curtidos y los tintes de origen animal, mineral o vegetal. Las pieles y los cueron se utilizaron en el vestido, en las viviendas y en el mobiliario; en calzados, bolsos, cordeles y cinturones.

Las construcciones megalíticas

Se le ha denominado también megalitismo. Fue un fenómeno cultural localizado en el Mediterráneo occidental y la Europa atlántica, que se produjo desde finales del Neolítico hasta la Edad del Bronce, caracterizado por la realización de construcciones arquitectónicas con grandes bloques de piedra escasamente desbastados llamados megalitos.

Este fenómeno se caracteriza esencialmente por la construcción de tumbas del tipo dolmen, en cuyo interior se entierra sucesivamente a los fallecidos del grupo, apartándose cuidadosamente los huesos de los anteriores difuntos (enterramientos colectivos). Los dólmenes pueden ser simples o de corredor y, a menudo, han estado cubiertos por un túmulo de tierra. Además, dentro del contexto megalítico, pueden hallarse también otras construcciones de piedra como menhires (piedras alargadas colocadas verticalmente, su principal función era rendir culto al Sol), alineaciones, cromlechs (conformado por piedras o menhires clavados en el suelo y que adoptan una forma circular o elíptica cercando un terreno), entre otras.

Menhir

Dolmen


Grandes monumentos megalíticos se hallan diseminados por toda Europa, pero los focos más importantes se encuentran en Bretaña, y en el norte de África, sur de la India, Persia, y ciertas regiones situadas entre el Mar Caspio y Corea y Japón. Uno de los monumentos megalíticos más importantes es el de Stonehenge, en Inglaterra.

Difusión del Megalitismo por Europa



El Megalitismo está presente en pueblos que se encuentran en las últimas edades de la prehistoria, que aún no conocen la escritura ni las técnicas arquitectónicas más elaboradas, como las que ya practicaban las civilizaciones mesopotámica o egipcia. No hay que olvidar que muchos monumentos megalíticos son posteriores a las grandes pirámides egipcia.

La elaboración de las construcciones megalíticas en esta época es sólo explicable gracias a los cambios producidos por la Neolitización. Fueron los cambios económicos y sociales, introducidos por el descubrimiento de la agricultura, los que permitieron a aquellos pueblos disponer de tiempo libre para dedicar a la erección de estas magnas construcciones, mientras los cultivos crecían hasta su madurez y recolección.

Construcción hipotética de un dolmen

La jerarquización social, la necesidad de una organización y coordinación eficaces en un trabajo que requería decenas de participantes, así como las creencias religiosas, fueron factores imprescindibles para explicar el aquí y ahora de tales obras, como también lo fueron los conocimientos astronómicos que se desarrollaron en gran medida en las sociedades agrícolas porque el ciclo de siembra y recolección estaba ligado al ciclo solar, hecho que se pone de manifiesto en monumentos como Stonehenge, donde muchos autores ven un observatorio astronómico y de culto al Sol, o en otros en los que su orientación hacia el punto de la salida del astro no deja duda.
Stonehenge, famoso Cromlech ubicado en Inglaterra


Fuente: HISTORIA UNIVERSAL. Tomo 1: Prehistoria y Primeras Civilizaciones. Editorial Sol 90. Publicada por El Comercio Ediciones. Lima 2003.